La figura de un supervisor de limpieza profesional en cualquier área o centro de trabajo crea una certidumbre de las actividades a desempeñar.
Para nuestra compañía el supervisor de limpieza profesional, es aquella persona con la avidez y la habilidad de entregar el mejor soporte entre nuestros clientes, trabajadores que forman el equipo operativo y nosotros como un ente de solución en limpieza.
El soporte que brinda la supervisión es siempre más a allá de revisar, ejecutar y controlar el desempeño y los resultados de la operación diaria. Sino también, un conjunto de actividades que brindan profesionalismo a cada detalle y esto nos ayuda a visualizar nuevos puntos de oportunidad y de creación, con el objetivo de establecer una experiencia memorable en nuestros clientes.
En este artículo, mencionaré las 6 principales actividades de un buen supervisor de limpieza y qué características debe de tener dicho supervisor.
Asegurar que la plantilla del servicio de limpieza que está a su cargo esté completa.
El supervisor de limpieza profesional todos los días se asegurará de que toda su plantilla de trabajo asista en tiempo y forma. Siempre con el las herramientas adecuadas y el apoyo del equipo de recursos humanos.
Confirmar que el material, equipo, maquinaria y todos los complementos que necesitan para ejecutar la limpieza, siempre estén disponibles y en buenas condiciones.
El supervisor de limpieza profesional revisará constantemente en su almacén que cuente con todo lo necesario para ejecutar su trabajo y el de su equipo en óptimas condiciones. De tal manera rutinaria, mantendrá limpio, organizado, identificado y clasificado su almacén, para que sea mucho más rápido y eficiente identificar cualquier necesidad que puedan tener.
Atención a los requerimientos y/o necesidades de su equipo de trabajo.
Con el fin de ofrecer inmediata respuesta a las solicitudes del equipo de trabajo operativo; esto crea confianza, clima laboral agradable, fortalece la fidelización y genera un ambiente de trabajo con mejor rendimiento. Así mismo, reducimos considerablemente la rotación y ausentismo del personal.
Capacitación continua en el centro de trabajo.
La capacitación continua dentro del área donde el equipo desempeñará sus actividades todos los días, es la clave para asegurar un servicio de limpieza organizado, sistematizado y estandarizado, que nos llevará a tener las mejores prácticas de limpieza.
Revisión y evaluación del servicio.
Contar con una metodología de evaluación del servicio nos ofrece una claridad real y palpable de los puntos de oportunidad que se puedan estar presentando en el servicio. Evaluación del servicio, donde se analiza a detalle minuciosamente cada área por limpiar y se arma un expediente para su ejecución, seguimiento y control. Con una evaluación del personal para asegurar el mejor rendimiento, presentación, actitud y desempeño.
Atención a los requerimientos y/o necesidades del cliente en la limpieza.
Escuchar al cliente es la base de un servicio de limpieza profesional, enfocado en brindar soluciones de limpieza a la medida. Programar recorridos habitualmente genera confianza y certidumbre al cliente.
El supervisor de limpieza debe de contar con las características y habilidades que motiven a realizar las actividades antes mencionadas.
Como, por ejemplo:
- Responsabilidad.
- Toma de decisión.
- Organización.
- Comunicación.
- Atención y servicio al cliente.
- Solución de conflictos de limpieza.
- Manejo de personal.
Entre muchas otras habilidades sumadas a capacitaciones para estructurar un servicio de excelencia.
“Orden de limpieza dada no supervisada, es una orden no dada”.